¿Qué es el phubbing y cómo afecta a los jóvenes?

El phubbing afecta las relaciones de jóvenes y adolescentes. Conoce su significado, consecuencias y cómo prevenirlo.
En este artículo hablamos de:

Basta con echar un vistazo alrededor, por ejemplo, mientras viajas en tren, durante una comida con amigos o paseando por la calle para observar que vivimos en un mundo hiperconectado, donde los dispositivos móviles se han convertido prácticamente en una prolongación de nuestras manos. Este uso constante tiene un lado oscuro que afecta a nuestras relaciones personales y a la calidad de nuestras interacciones diarias y que se ha bautizado como phubbing. Este artículo busca informar sobre este fenómeno, sus consecuencias en niños, niñas y adolescentes, y cómo podemos evitarlo.

¿Qué es el phubbing?

El término «phubbing» surge de la combinación de las palabras inglesas «phone» (teléfono) y «snubbing» (despreciar). Traducido como “ningunfoneo”, se refiere al acto de ignorar a las personas que están presentes físicamente mientras se presta atención al teléfono u otros dispositivos electrónicos. Este comportamiento se ha vuelto tan común que muchas veces lo realizamos y ni siquiera somos conscientes.

phubbing qué es

¿Por qué es tan común en adolescentes y jóvenes?

Aunque es un fenómeno que afecta a personas de todas las edades, tiene especial incidencia entre los más jóvenes, sobre todo adolescentes. La adolescencia es una etapa marcada por el deseo de pertenencia y la búsqueda de validación social; y, en este contexto, los dispositivos móviles y las redes sociales se convierten en herramientas clave para conectarse con las amistades, explorar intereses y construir una identidad.

Muchos y muchas adolescentes han crecido rodeados de tecnología, por lo que muchas veces priorizan el uso de sus dispositivos sobre las interacciones cara a cara. Tal es así que, según datos aportados por la plataforma Stopphubbing, hasta un 87% de los y las adolescentes prefiere comunicarse a través de la pantalla del móvil que cara a cara. Y esto, obviamente, tiene unas consecuencias.

Consecuencias del phubbing

El phubbing, por una parte, puede deteriorar significativamente las relaciones sociales, especialmente en la adolescencia, un momento de la vida en el que se están formando las habilidades para construir vínculos saludables; pero además tiene consecuencias negativas en el bienestar emocional. Así lo asegura la Asociación Española para la Digitalización: “Detrás del phubbing encontramos consecuencias como el bajo rendimiento escolar, la inestabilidad emocional, la imposibilidad de entablar relaciones sociales o el descuido de rutinas básicas como comer y dormir”.

Impacto en las relaciones sociales

Imagina que estás en una cena con un amigo o una amiga. Mientras hablas sobre algo importante que te ha pasado, notas que tu acompañante está constantemente mirando su teléfono, deslizando la pantalla o respondiendo mensajes. Aunque asiente de vez en cuando, parece distraído/a y no hace contacto visual contigo. Cuando terminas de contar tu historia, pregunta algo que acabas de mencionar, mostrando que realmente no estaba prestando atención. Ante estas circunstancias es bastante probable que te sientas ignorado/a, desvalorizado/a o frustrado/a, lo que podría afectar a la calidad de la relación y dificultar la comunicación genuina entre ambos. 

Esta es una situación de phubbing que ejemplifica muy bien una de las consecuencias que conlleva. Pero hay más: la falta de atención durante las conversaciones puede llevar a interpretaciones erróneas y conflictos innecesarios; del mismo modo, si no escuchamos y/o hablamos con las personas de nuestro entorno, dejaremos de tener y de compartir conversaciones y momentos significativos, que nos alejarán de las personas que queremos.

Cómo afecta el bienestar emocional de los adolescentes

En definitiva, el phubbing puede limitar el desarrollo de habilidades sociales esenciales, como la empatía y la comunicación efectiva. La Asociación Española para la Digitalización añade que “escondernos detrás de la pantalla crea una dificultad para enfrentarse a las emociones, lo que se traduce en que cada vez más jóvenes y adolescentes opten por terminar con una relación de pareja por WhatsApp, ante su incapacidad por manejar las emociones de una ruptura. Esto, al mismo tiempo, lleva a la imposibilidad de afrontar los conflictos cotidianos. Con frecuencia, los enfrentamientos adolescentes se dan en el entorno digital, donde no pueden conocer el impacto que sus palabras producen en los demás y, por tanto, el contexto emocional del mismo. Ello puede generar problemas como el ciberacoso, que afecta al menos a un 24% de los y las jóvenes”.

phubbing

Cómo evitar el phubbing

Reducir este fenómeno es un esfuerzo necesario que requiere la participación tanto de los y las jóvenes como de sus adultos de referencia.  De hecho, es una responsabilidad de estos últimos la de establecer reglas y límites para combatirlo. 

Consejos prácticos para adolescentes y jóvenes

  • Dar ejemplo: es imposible que nuestros hijos e hijas reduzcan el uso del móvil si padres y madres no lo hacemos.
  • Establecer horarios sin móviles: dedicar momentos del día a estar desconectados, como durante las comidas o al pasar tiempo en familia. Incluso desactivar las notificaciones y/o los datos mientras se hacen determinadas actividades como las tareas o alguna actividad en familia. Otra buena idea en este sentido es dejar a un lado los dispositivos electrónicos en el rato previo a irse a dormir, ya que su uso afecta a la calidad del sueño y puede, incluso, provocar insomnio.
  • Crear un parking de móviles es una solución creativa que puede contribuir a cumplir con los anteriores puntos. Se trata de buscar un lugar donde dejar todos los móviles de la familia durante esos momentos que hayamos decidido: las horas de sueño, las comidas o las actividades en grupo.
  • Fomentar actividades sin tecnología: realizar deportes, leer libros o participar en juegos de mesa son excelentes maneras de fortalecer las relaciones sin depender de dispositivos.

Herramientas tecnológicas para reducir el uso del móvil

  • Aplicaciones de gestión del tiempo: herramientas como Forest, StayFocusd o Offtime ayudan a limitar el tiempo que se pasa en el teléfono.
  • Modo «no molestar»: activar este modo durante reuniones familiares o con amigos reduce las distracciones y mejora la calidad de las relaciones.
  • Monitoreo de uso: muchas aplicaciones y sistemas operativos ofrecen informes sobre el tiempo de pantalla, lo que permite identificar patrones y ajustar hábitos.

Phubbing: una reflexión sobre nuestras relaciones

El phubbing no es solo un problema de los y las jóvenes; es un fenómeno que afecta a personas de todas las edades. Como padres, madres y personas de referencia, también debemos reflexionar sobre nuestros propios hábitos digitales y dar ejemplo. ¿Cómo esperamos que nuestros hijos e hijas desconecten si nosotros y nosotras no lo hacemos? Cuando estamos físicamente presentes pero emocionalmente ausentes, enviamos un mensaje silencioso pero poderoso a nuestros hijos e hijas: «Lo que ocurre en mi pantalla es más importante que tú». Para un niño, niña o adolescente, esta actitud puede generar sentimientos de rechazo, inseguridad o desinterés, erosionando poco a poco el vínculo de confianza que tanto esfuerzo requiere construir.

Por otro lado, los y las jóvenes crecen observándonos como modelos de conducta. Si nos ven desconectados de las conversaciones o interacciones familiares por estar pendientes de un dispositivo, es probable que adopten el mismo comportamiento, priorizando las pantallas sobre los momentos compartidos. Esto puede traducirse en relaciones más superficiales, dificultades para expresar emociones y una dependencia desmedida de la validación digital.

Por tanto, promover una cultura de conexión genuina requiere esfuerzo y compromiso, pero los beneficios son inmensos. Al reducir el phubbing, fortalecemos nuestras relaciones, mejoramos el bienestar emocional de nuestros hijos y contribuimos a un entorno familiar más saludable y armonioso.

La tecnología está aquí para quedarse y debemos aprender a convivir con ella. Al final del día, las conexiones más importantes no son las que hacemos a través de una pantalla, sino las que cultivamos cara a cara. Si priorizamos esas conexiones, les estaremos dando a nuestros hijos e hijas una base sólida para construir relaciones saludables y significativas en el futuro.

Picture of Saioa Rolán Azcona

Saioa Rolán Azcona

Periodista especializada en Comunicación Digital y Educación.

¿Nos compartes?
Ayuda a que el contenido llegue más lejos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *