Educación afectivo-sexual: qué es y sus beneficios

Educación afectivo-sexual infantil y en Primaria, qué es, beneficios, y su importancia en las aulas. ¡E-TIC te lo cuenta todo!
En este artículo hablamos de:

La educación afectivo-sexual es un aspecto fundamental en el desarrollo integral de nuestros hijos e hijas. A través de ella, los niños y niñas aprenden a conocer y valorar su cuerpo y sus emociones, a desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas y a entender cuáles son sus derechos y asegurarse de protegerlos. Es un proceso que comienza desde la infancia y que les proporciona herramientas para tomar decisiones informadas y saludables a lo largo de su vida. 

Organismos internacionales como la UNESCO y la OMS abogan por que el alumnado reciba educación afectivo-sexual en los centros educativos, ya que consideran que este tipo de formación es la base para lograr la igualdad social y de género, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

En este artículo exploraremos qué es la educación afectivo-sexual, cuándo se inicia, cuáles son sus beneficios y qué recursos pueden utilizarse.

 ¿Qué es la educación afectivo-sexual?

La educación afectivo-sexual es un proceso educativo que busca que los niños y niñas desarrollen una sexualidad sana, libre y respetuosa. Va más allá de la mera información sobre el cuerpo y las relaciones sexuales, abarcando aspectos como el autoconocimiento, la autoestima, el respeto por los demás, la diversidad, la igualdad de género y la prevención de abusos. Es un proceso continuo que se adapta a las diferentes etapas del desarrollo.

La UNESCO renombra este concepto y lo llama “Educación Integral en Sexualidad (EIS)”, definiéndolo como “proceso  que  se  basa  en  un  currículo  para  enseñar  y  aprender  acerca  de  los  aspectos  cognitivos,  emocionales,  físicos  y  sociales  de  la  sexualidad”. En sus últimas ‘Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad’, publicadas en 2018, ofrece una serie de consideraciones clave sobre esta educación: se imparte en entornos formales y no formales, es científicamente precisa, continua, gradual, adecuada a cada edad y etapa del desarrollo, con base en un currículo que orienta los esfuerzos del educador e integral.

¿Cuándo se inicia la educación afectivo-sexual?

Niños y niñas establecen relaciones de forma constante, con sus amigos y amigas, sus familiares, profesores, entrenadores, etc. y a medida que crecen, estas relaciones se van extendiendo y evolucionando como un mapa de carreteras, con parejas, más amistades y otros tantos tipos de relaciones. ¿No crees que aprender a querer y a ser querido desde la infancia de una forma sana y libre es fundamental?

Por tanto, la educación afectivo-sexual debe comenzar desde el nacimiento, a través de las primeras caricias, miradas y muestras de afecto. Los padres y madres son los primeros educadores de sus hijos e hijas y tienen un papel fundamental en la construcción de una sexualidad sana y positiva. A medida que los niños y niñas crecen, las conversaciones sobre el cuerpo, las emociones y las relaciones deben ir adaptándose a su edad y nivel de desarrollo.

Como señala Pilar Rueda, Doctora en Psicología y miembro de la Asociación Conciencia y profesora de la Universidad de Málaga, en la entrevista que le realizamos: “la primera estrategia, sería asumir que hay que hablar de esto. Confundimos la sexualidad con hablar de sexo y no lo es. De hecho, estamos protegiendo a los niños y niñas para que no puedan acceder al porno. Pero, sí hay que hablarles de sexualidad, de sus partes íntimas, de sus genitales, de cómo papá y mamá se dan un beso en la boca porque son adultos y es una forma de expresar amor”.

Beneficios de la educación afectivo-sexual en las aulas

La educación afectivo-sexual aporta múltiples beneficios a los niños y niñas:

  • Mayor autoestima: al conocer y aceptar su cuerpo y sus emociones.
  • Mejores relaciones sociales: al aprender a comunicarse y respetar a los demás.
  • Prevención de abusos: al conocer sus derechos y saber cómo protegerse.
  • Desarrollo de una sexualidad sana y respetuosa: al tomar decisiones informadas y basadas en el respeto.
  • Favorece la igualdad y el respeto a la diversidad

La UNESCO ha estado investigando sobre la efectividad de los programas de educación en sexualidad con base en un currículo y se ha comprobado que contribuyen a los siguientes resultados: “Iniciación demorada de las relaciones sexuales, menor frecuencia en las relaciones sexuales, menor cantidad de parejas sexuales, menos comportamientos de riesgo, mayor uso de preservativos y mayor uso de anticonceptivos”.

Educación afectivo-sexual

Educación afectivo-sexual en Primaria

La realidad psicoafectiva y social en la etapa de Educación Primaria (6 a los 12 años), tiene unas características a tener en cuenta que describe muy bien la ‘Guía de Educación Sexual Integral para Educación Primaria’, elaborada por la Generalitat Valenciana. Entender cómo son en esta etapa y cómo se comportan nos ayuda a abordar la educación afectivo-sexual de manera adecuada, adaptando los contenidos a la edad y madurez de los niños y niñas.

  • Centran su energía en conocerse a sí mismos/as y en conocer al mundo que los rodea.
  • Comienzan a desarrollarse el autoconcepto y la autoestima y, por ello, todos los aspectos emocionales adquieren gran importancia. 
  • Aumentan considerablemente las relaciones interpersonales.
  • Comienza a tener importancia la imagen personal y comienza a compartir con sus iguales opiniones, sentimientos y actitudes. 
  • Existe una gran inhibición ante los aspectos sexuales pero, siguen teniendo intereses y conductas sexuales, que ahora tienden a esconder.
  • El desarrollo del pensamiento lógico en esta etapa favorece que adquieran un pensamiento más complejo y sistemático, y analicen la realidad de manera más elaborada, lo que a su vez les hace cuestionarse sobre procesos afectivo-sexuales más complejos, incrementando su curiosidad y buscando respuestas. 
  • El pudor o la vergüenza también empiezan a aparecer en esta etapa al hablar y plantear ciertas temáticas o con la aparición de los primeros cambios físicos que influyen tanto en su imagen corporal como en su sexualidad. 

Con todo esto, es importante mantener desde el punto de vista adulto una actitud de naturalidad y sinceridad y abordar estos temas como si fueran cualquier otro. Como ves, se trata de una etapa en la que es importante dar valor al propio cuerpo, aceptarlo y aceptar a los demás tal y como son. También es esencial ayudarles a comprender los cambios que se van a producir en su cuerpo, a nivel físico y biológico, y unir esta información con el desarrollo de conductas afectivas y emocionales, que les ayuden a expresar sus sentimientos y vivencias. 

El alumnado de Educación Primaria está en condiciones de tener en cuenta que hay diferentes orientaciones sexuales, que existen diferentes maneras de vivir la sexualidad y los afectos, que existen maneras muy diversas de entender la familia, que nuestro sexo biológico no determina nuestras capacidades, que es importante que aprendan a protegerse y a denunciar y evitar situaciones de abuso o de maltrato. Es una etapa en la que los adultos podemos contribuir a que estén contentos y contentas con cómo son, a que se acepten y a que sientan que cada ser humano es único y peculiar. 

Educación afectivo-sexual en primaria

Ideas para fomentar la educación afectivo-sexual en casa

Es importante que la educación afectivo-sexual se dé en todos los entornos: en la escuela, por supuesto, pero también en casa.

A los padres a veces se nos atraganta el tema y creemos que no tenemos los recursos suficientes para afrontar este reto. Sin embargo, hay unas cuantas cosas que puedes hacer en casa y que contribuyen mucho a que tus hijos e hijas desarrollen una sexualidad sana, libre y respetuosa. Aquí van algunas ideas:

  • Crear un ambiente seguro: establece un espacio donde los niños y niñas se sientan cómodos para preguntar sobre cualquier tema relacionado con su cuerpo, sus emociones o las relaciones.
  • Responder con sinceridad: evita tabúes y responde a sus preguntas de manera clara y adecuada a su edad.
  • Utilizar un lenguaje claro y sencillo: evita eufemismos y explica los conceptos de forma comprensible.
  • Juegos de roles: simular situaciones cotidianas donde se trabajen temas como el respeto, la empatía y la comunicación.
  • Cuentos y lecturas: elegir libros que aborden temas relacionados con la afectividad, el cuerpo y las relaciones como ‘Tu cuerpo es tuyo’, de Lucía Serrano o ‘Tu cuerpo mola (aprende a descubrirlo)’, de Anna Salvia y Cristina Torrón. 
  • Dibujos y manualidades: expresarse a través del arte puede ser una forma divertida y creativa de hablar sobre emociones y sentimientos.
  • Fomentar la autoestima: refuerza sus cualidades, reconoce y valora sus logros, ayúdale a comprender que es un ser único y valioso.
  • Películas y series: Selecciona contenidos adecuados a la edad de tus hijos y comenta con ellos las situaciones que se presentan.
La educación afectivo-sexual en casa

Recursos y ayuda

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Saioa Rolán Azcona

Periodista especializada en Comunicación Digital y Educación.

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