Los influencers se han convertido en fuente de información y entretenimiento para muchos y muchas jóvenes que les siguen en redes sociales. Según una investigación del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD Juventud, prácticamente la totalidad de jóvenes sigue de forma activa a estos creadores de contenido y el 31,2% llega a gastar dinero en suscripciones o donaciones a este tipo de perfiles. Además, su confianza en ellos es alta. Un 26% confía más en las reseñas de productos hechas por influencers que en las publicadas por otras personas, recoge la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Y esta admiración no solo está presente entre jóvenes y adolescentes, sino que se ha extendido a niños y niñas, que ya sueñan con ser influencers infantiles.
¿Qué es un influencer y cómo surgen los influencers infantiles?
El portal especializado educo.org define a los influencers infantiles como “aquellos niños y niñas que, a través de las redes sociales, sobre todo Instagram y TikTok, generan contenido que llega a una amplia audiencia”. No obstante, cabe destacar que el concepto de influencer suele relacionarse también con un beneficio económico fruto de esa actividad en redes sociales, a través de contratos publicitarios, patrocinadores o venta de productos.
¿A partir de cuántos seguidores se considera influencer?
Aunque no existe un número de seguidores exacto a partir del cual se pueda considerar a alguien influencer, suelen distinguirse los siguientes perfiles:
¿A qué se dedica un influencer infantil?
De forma similar a los adultos, los influencers infantiles construyen una marca personal y una comunidad de seguidores a través de la publicación de contenidos en redes sociales. Entre los menores, destaca que suele publicarse “contenido experiencial emocional, didáctico y participativo”, que genera más interacción y engagement con sus seguidores, explica un artículo de la Revista Mediterránea de Comunicación. En algunos casos, estos perfiles también se acercan a los adultos en el nivel de profesionalidad, ya que desarrollan estrategias para aumentar su popularidad como dirigirse directamente a sus seguidores para preguntar su opinión o prestar especial atención a la producción de los contenidos.
¿Por qué tantos niños quieren ser influencers?
Son el 29% los que quieren ser youtubers, según la encuesta Harris Poll/LEGO. ¿La razón? Consideran que es una actividad divertida en la que se reciben regalos y donde se puede ser el propio jefe, explica un estudio recogido en la Revista Mediterránea de Comunicación. Sin embargo, resulta difícil creer que un niño o niña pueda conseguirlo sin la ayuda de sus progenitores.
El rol de los padres en esta decisión
La UOC explica en su página web que una de las principales motivaciones en la creación de estos perfiles infantiles es la posibilidad de generar dinero sin salir de casa, aunque sea a costa de la personalidad, las habilidades o los rasgos distintivos de los más pequeños. La universidad define esta oportunidad como una “tentación transversal a cualquier cultura”.
Resulta paradójico que haya perfiles que triunfen en plataformas de las que, por edad, no podrían ni siquiera ser usuarios. Por todo ello, concluye el artículo, más que de perfiles de niños influencers se trata de perfiles de padres de niños influencers.
Riesgos psicológicos y emocionales de ser influencer desde niño
Sea cual sea la situación que lleve a la creación de este tipo de perfil, conviene conocer los riesgos psicológicos y emocionales que supone exponer a niños y niñas de forma prematura y a gran escala. Educo.org recoge los más relevantes:
Exposición temprana a la presión social
Compartir la vida cotidiana de niños y niñas puede generar una constante comparación con los demás y presión para realizar determinadas actividades o comportarse de una forma concreta. Además, expone a estos menores a consecuencias derivadas de compartir información confidencial como el ciberacoso.
Autoestima y validación en función de los seguidores
Por otra parte, su autoestima puede verse afectada por la constante necesidad de validación externa. Cada cosa que hace o dice es capturada y susceptible a la crítica pública, lo que puede condicionar su desarrollo emocional y potenciar los rasgos de personalidad narcisista.
Salud mental y desarrollo emocional
El éxito no es eterno y, por tanto, niños y niñas influencers deberán enfrentarse a una pérdida de seguidores y popularidad. En algunos casos, la falta de herramientas emocionales propia de una edad tan temprana complicará el proceso y puede terminar afectando a su salud mental. Otra situación en la que esa falta de desarrollo se hace palpable es a la hora de diferenciar entre la persona real y el personaje que son en redes sociales, confusión que puede condicionar el desarrollo emocional.
Consecuencias legales y falta de regulación
Además de los riesgos psicológicos de esta práctica, la UOC destaca que niños y niñas son más vulnerables a sufrir accidentes de trabajo, ver mermados su desarrollo físico y mental y bajar el rendimiento académico. Por ello, cuando los menores trabajan es necesario dejar claras las condiciones y la forma en que se protegerán sus derechos, una cuestión difusa en redes sociales donde es difícil establecer la frontera entre las actividades que realizan por ocio y las que generan un contenido profesional para sus seguidores.
¿Quién protege los derechos del menor?
En España la regulación trató de ponerse al día con la última legislación promovida por el Gobierno hace tan solo unos meses. Se trata del Real Decreto 444/2024, “por el que se regulan los requisitos a efectos de ser considerado usuario de especial relevancia de los servicios de intercambio de vídeos a través de plataforma”. Sin embargo, este texto legal no incluye a niños y niñas influencers y, por lo tanto, no considera sus perfiles como actividad profesional a pesar de los beneficios económicos y los contratos en que se vean involucrados.
Así, la responsabilidad de velar por los derechos del menor queda en manos de sus progenitores o tutores legales que les permiten crearse el perfil y técnicamente gestionan la cuenta.
¿Cómo afectan los influencers infantiles a otros niños?
Al otro lado de la pantalla se encuentran otros niños y niñas que consumen estos contenidos y se ven influenciados por ellos, a veces de manera inconsciente. Y ahí está el peligro. El artículo de la Revista Mediterránea de Comunicación señala que en el contenido generado por menores aparecen con frecuencia mensajes publicitarios que no se identifican claramente y que, por tanto, llegan a su audiencia, también menor, de forma disimulada. Muchos niños y niñas no reconocen la publicidad como tal y se ven inconscientemente afectados por ella.
Otro peligro para niños y niñas seguidores es la comparación con esos influencers que se presentan como iguales y tienen un estilo de vida muy distinto y en muchos casos irreal, plagado de viajes, regalos o sorpresas.
