La facilidad con la que circulan contenidos falsos o distorsionados en el mundo digital exige que desarrollemos habilidades sólidas de pensamiento crítico, alfabetización mediática y verificación de información. La educación, más que nunca, tiene un rol fundamental en preparar a las nuevas generaciones para identificar, analizar y enfrentar los riesgos de la desinformación en un entorno digital saturado de estímulos.
¿Qué es la manipulación digital?
La manipulación digital consiste en cambiar o alterar información en internet o en dispositivos sin autorización, normalmente con la intención de engañar o aprovecharse de otras personas. Esto puede lograrse, por ejemplo, entrando sin permiso en cuentas, modificando datos, enviando virus o manipulando imágenes y vídeos. A veces, se utiliza para obtener beneficios ilegítimos, como dinero, información privada o simplemente para influir en los pensamientos de otras personas.

La desinformación en la era digital
Con el avance de internet, hemos experimentado un gran desarrollo, especialmente a nivel económico y social: ahora podemos aprender accediendo en un instante a diversas fuentes de información o comunicarnos casi en cualquier momento y lugar.
Sin embargo, como ocurre con todas las tecnologías, su uso inadecuado o malintencionado puede traer problemas. Uno de ellos es la desinformación que, aunque siempre ha existido, hoy en día se pueden difundir noticias falsas, manipular o hacer daño de una manera mucho más rápida y llegar a un gran número de personas gracias a internet.
Impacto de la desinformación en internet
La desinformación no es un problema que afecta únicamente a los adultos, sino también a la población más joven. Estos también pueden ser receptores de contenido falso o manipulado que, en ocasiones, puede generar dudas, confusión o una comprensión equivocada del mundo que les rodea. Puede traer consigo varios problemas como:
Sobrecarga informativa y estrés
Los niños y niñas reciben cada día una gran cantidad de información, sobre todo por redes sociales o plataformas similares, que puede resultar abrumadora. Esto puede generar ansiedad o inseguridad, ya que todavía pueden no haber desarrollado por completo las habilidades para comprender todo tipo de información, como pueden ser los mensajes alarmistas o complejos.
Dificultad para distinguir entre lo real y lo falso
Muchos niños, niñas y adolescentes aún no tienen desarrolladas todas sus habilidades de análisis. Este aspecto se ve reflejado en un estudio reciente de Save the Children en el que se muestra que el 51% de los y las adolescentes en España no siempre sabría identificar una noticia falsa; además, uno de cada cuatro no las contrasta nunca con otras fuentes, y el 56% recurre a familiares o amigos cuando tienen dudas.
Afectaciones en salud mental y socialización
El contacto frecuente con información falsa o engañosa puede generar sentimientos de miedo o inseguridad. Esto puede afectar a la manera de relacionarse, provocando actitudes de desconfianza con los demás, defensivas o de aislamiento.
Influencias en decisiones vitales (salud, estudios, valores)
La desinformación puede hacer que los y las menores tomen decisiones equivocadas sobre su salud, sus estudios o su comportamiento. A veces, incluso pueden dejar de opinar por miedo a equivocarse o a no saber qué es cierto.
Casos actuales y ejemplos relevantes
Según la investigación llevada a cabo por Save the Children, el 60 % de los adolescentes utiliza las redes sociales como principal medio para informarse. Además, un 16 % de ellos considera que estas plataformas son siempre una fuente fiable, porcentaje que asciende al 70% si se les pregunta si pueden serlo en determinadas ocasiones.
La manipulación digital y desinformación se manifiesta en internet de varias maneras y, en muchas ocasiones, no son fáciles de detectar:

Cabe mencionar también que, en la actualidad, el poder de influir ya no recae solo en los medios tradicionales, puesto que existen muchos perfiles en redes con gran capacidad de difundir cualquier tipo de información en segundos. Por ello, antes de creernos cualquier contenido, debemos saber quién se encuentra detrás del mensaje, con qué intenciones se difunde y cómo puede afectarnos.
Métodos de manipulación digital
Son varias las técnicas utilizadas para manipular información en internet. Algunas de las más habituales son:
- Clickbait: titulares llamativos que persiguen que se haga clic en ellos, aunque el contenido no siempre es el que se promete.
- Deepfakes: vídeos manipulados que hacen creer que una persona, anónima o conocida, ha hecho o dicho cosas que en realidad no han pasado.
- Cuentas falsas: perfiles aparentemente reales que son utilizados para difundir mensajes o crear polémicas y odio.
- Filtros: usados para modificar la realidad en imágenes o vídeos.
Cómo detectar y prevenir la manipulación digital
Saber cómo detectar la manipulación digital es muy importante no solo para los adultos, sino también para los y las menores, ya que necesitan protegerse. Por esto, como padres y madres, debemos enseñar a nuestros hijos e hijas a pensar con criterio y a no creer todo lo que aparece en internet.
De la misma manera, existen varias acciones que podemos adoptar para no caer en la manipulación y desinformación.

La manipulación digital y la desinformación son riesgos reales en el mundo digital. Es por ello por lo que trabajar la educación digital es necesario. Ayudar a los niños y niñas a identificar fuentes fiables, analizar el contenido de manera crítica y no ser parte de la cadena de difusión de contenido falso les servirá de gran ayuda para navegar de manera segura y responsable.
Recursos
- Herramienta de verificación fake news: Newtral, Maldita.es o Fact Check Tools de Google.
- Informe – Desinformación y discursos de odio en el entorno digital (Save the Children, Julio 2024).
- Artículo – Deepfake: Qué es, tipos y su impacto en jóvenes y adolescentes.
- Artículo – Los peligros de las redes sociales.