Gustar a los demás es un placer que buscamos todas las personas, a veces incluso sin darnos cuenta. Nuestras acciones y nuestra apariencia conllevan un determinado esfuerzo que, en parte, tiene como objetivo agradar a los y las demás para encajar en un grupo de amigos, amigas o con los compañeros y compañeras de trabajo. En principio, esta actitud no es negativa, pero llevada al extremo puede convertirse en una dictadura. En el ámbito de las redes sociales, esa búsqueda extrema de aprobación se conoce como la “dictadura del like”.
¿Qué es la dictadura del like y por qué es un problema?
Aunque en sus inicios los likes en redes sociales servían como medio para valorar el contenido que otro usuario compartía, poco a poco se han convertido en el fin con el que se comparte ese contenido. Muchos usuarios y usuarias buscan situaciones o retos llamativos con el único objetivo de conseguir el mayor número de likes y sentirse aceptados por las demás personas. Esto puede llevar a asumir riesgos físicos para obtener cierto tipo de contenido y derivar también en una dependencia emocional.
La dependencia de la validación digital
El simple hecho de disfrutar con la aprobación ajena no resulta perjudicial, siempre que no condicione nuestro comportamiento. A este respecto, el estudio “Investigating trait antecedents of normative and deceptive Like-seeking on Instagram” distingue entre los comportamientos normativos y los comportamientos engañosos. Los primeros incluyen actitudes normales o socialmente aceptadas en redes sociales, como el uso de hashtags o filtros, mientras que los segundos implican la manipulación de la imagen o el engaño, por ejemplo, mediante la compra de likes o seguidores.
La principal razón del uso de estos métodos engañosos es la dependencia desarrollada por algunos usuarios al sentimiento de aceptación que producen los likes, que puede desencadenar consecuencias negativas para el bienestar.
Efectos psicológicos y emocionales
Los efectos perjudiciales afectan sobre todo a adolescentes, ya que “el tipo de relaciones que establezcan durante esta etapa incidirá directamente en su autovaloración y nivel de autoestima”, advierte el portal especializado en tecnología de Orange.
Autoestima y redes sociales: ¿una relación tóxica?
Esa necesidad constante de validación se relaciona de forma directa con el nivel de autoestima, ya que la búsqueda desmedida de reconocimiento no es más que un reflejo de una duda sobre la propia personalidad o apariencia física. Cuando el bienestar emocional de una persona depende del número de likes que recibe en sus publicaciones, pueden aparecer problemas de identidad. En algunos casos, sobre todo en la adolescencia, pueden cambiar sus gustos personales, musicales o ideológicos para encajar con esa supuesta mayoría que domina las redes sociales.
Dopamina y adicción a redes: el refuerzo negativo
Una vez publicado el contenido, llega el momento de la “recompensa”, que genera una sensación de euforia en los usuarios altamente dependientes. Cada like activa el circuito de recompensa inmediata del cerebro, liberando dopamina. La consulta de las reacciones del resto de usuarios se vuelve constante y, en el caso de personas con baja autoestima, es posible que decidan borrar una publicación si en la primera hora no alcanza el número de likes que les gustaría.
Esta adicción a la sensación de recompensa por los likes puede provocar cambios de interés que afecten a la salud, el trabajo o la familia e incluso alteraciones de la conducta ante cualquier tipo de conflicto, indica el portal especializado Forum Terapeutic.
Infotoxicación: sobrecarga de información y estrés
Otra consecuencia de esta dictadura es la llamada infotoxicación, que en la página web de Fundéu se define como “una sobrecarga de información difícil de procesar”. Acrónimo de las palabras “intoxicación” e “información”, se caracteriza por generar ansiedad, angustia e incapacidad para analizar de forma eficiente un flujo de información elevado.
Consumismo digital inducido: el papel de los algoritmos
La búsqueda de likes también puede deberse a una adicción más generalizada a las redes sociales, aunque sea como simple espectador del contenido publicado por otras personas. Este consumismo digital puede verse inducido por diversos factores según la personalidad y el entorno de cada usuario o usuaria, pero en cualquier caso tiene que ver con los algoritmos. Estos son sistemas que muestran contenido personalizado según los gustos y las interacciones de cada persona. Así, se alimenta un bucle que favorece la permanencia en la plataforma.
¿Cómo liberarse de la dictadura del like?
Para ayudar a niños, niñas y adolescentes a hacer un uso adecuado de la tecnología y no caer en estos comportamientos dependientes, o en la dictadura del like, Orange recomienda:
- Conversar: habla con ellos/as sobre sus relaciones, la influencia que otras personas pueden ejercer o los perfiles que siguen en redes sociales. Conviene hacerlo en un momento tranquilo y no después de una discusión relacionada con el móvil.
- Trabajar en su autoestima: reconoce las cosas que hace bien, les ayuda a confiar en sí mismos/as y a no ser tan vulnerables a la opinión ajena.
- Tener distintos grupos de amigos/as: participar en diversos círculos sociales les permite conocer otras formas de pensar y reduce la dependencia de un único entorno.
- Supervisar el contenido que publican en redes sociales: siempre con su consentimiento, vigila que no participe en retos peligrosos.
- Fijar metas a medio y largo plazo: acostúmbrales a no depender de recompensas inmediatas para que desarrollen la paciencia y la motivación.
Estrategias para mejorar la salud mental digital
La mayoría de los peligros derivados del mal uso de las tecnologías hacen referencia a la salud mental y es por ello que UNICEF recoge en su página web una serie de estrategias para que los propios adolescentes sepan cuidarse en el ámbito digital:
- Evita determinados contenidos: es relevante reflexionar sobre el tipo de contenidos que te generan envidia o estrés y tratar de establecer unos límites. Por ejemplo, puedes silenciar cuentas que no te aporten nada positivo.
- Busca contenido positivo: además de las redes sociales más utilizadas, existen miles de apps con las que puedes desarrollar tu identidad adentrándote en actividades creativas o físicas y conectando con personas afines.
- Protege tu privacidad: tapa las cámaras web cuando no las estés usando, ten cuidado al registrarte en apps o servicios online y acude a un adulto o a líneas de denuncia cuando te preocupe algo que te haya pasado en internet.
- Usa un tono amable: internet debe usarse con fines positivos. Piensa antes de publicar o responder con comentarios negativos.
- Desconecta: no interrumpas tus actividades del mundo offline para compartirlas en redes sociales. Es esencial desconectar y aprovechar al máximo el tiempo presente con amigos y familiares.
